Son muchos los factores que se han de tener en cuenta, y que determinarán la resistencia y la capacidad de cada jugador para poder mantener el mismo ritmo e intensidad durante los 80 minutos que dura un encuentro. Se han realizado varios estudios sobre el tema, que muestran que hay un importante componente de la resistencia que ayuda a mejorar y tiene un impacto en el rendimiento general, este es el “VO2 Max”
Hace ya mucho tiempo que los científicos saben que la capacidad pulmonar (VO2 o consumo máximo de oxígeno) es un componente principal de la capacidad aeróbica (su capacidad para mantener un ritmo de trabajo constante durante un periodo prolongado de tiempo.) Ya en 1985, la investigación publicada en el British Journal of Sports Medicine demostró que gracias a la capacidad pulmonar era posible predecir el gasto de los corredores olímpicos de media distancia en los entrenamientos para los Juegos Olímpicos de 1984. Esto se puede hacer calculando el VO2 max o consumo máximo de oxígeno: la cantidad máxima de oxígeno que una persona puede utilizar durante un ejercicio intenso y máximo. Como se dijo anteriormente, en un jugador de rugby el VO2 max es el factor que determina la capacidad para realizar ejercicio sostenido, a una alta intensidad y está ligado a la resistencia aeróbica. En pocas palabras: cuanto más alto sea el VO2 max, el estado físico cardiovascular del jugador será mejor. Se mide en milímetros de oxígeno por kilogramo de peso corporal por minuto. Los datos más altos jamás registrados de VO2 máximo es de 94 ml/kg/min en los hombres y de 77 ml/kg/min en mujeres. Ambos deportistas eran esquiadores de fondo. Los atletas de élite suelen tener un VO2 de 70 ml/kg/min y la persona promedio tiene un VO2 máx de aproximadamente 35 ml/kg/min.
Entonces, ¿cómo pueden los jugadores de rugby aumentar su VO2 max? En primer lugar los científicos del deporte se apresuran a señalar que debe lograrse a través de “acondicionamiento aeróbico constante”, dicho de otro modo, esto significa correr en la cinta o salir a la carretera entre 3-6 veces por semana. Tal vez un mejor método de entrenamiento, propuesto por el fisiólogo francés Veronique Billat, dice que la forma más rápida de llegar a su máximo potencial cardiovascular es correr intervalos a una velocidad que provoca su VO2 max. Intentar mantener el esfuerzo más rápido durante unos 8 minutos, con aguantar entre 2 y 5 minutos ya se obtienen los primeros beneficios.
Las investigaciones realizadas en la Universidad del Centro Médico de Maryland muestran que se puede aumentar el VO2 con una mejora de la alimentación. Los resultados de los estudios fueron que el consumo de una gran cantidad de pescado, como el salmón, el arenque, la trucha arco iris y atún puede mejorar la capacidad pulmonar, ya que son ricos en ácidos grasos omega-3, éstos reducen la inflamación en los pulmones. Esta conclusión fue apoyada más tarde por el Instituto Linus Pauling, que descubrieron que el consumo de ácidos grasos omega-3 ayuda a las personas que sufren de asma.
Los resultados de otras investigaciones en la Universidad del Centro Médico de Maryland dicen que las personas que sufren de enfermedades pulmonares crónicas son a menudo deficientes en un número de antioxidantes y vitaminas, por lo tanto debemos asegurarnos que dicha persona tenga una cantidad suficiente en la dieta ya podría ayudar en gran medida a reducir la cantidad de estrés en su pulmones y aumentar su capacidad pulmonar. Específicamente se menciona, después de una gran cantidad de estudios realizados, a la vitamina C (un potente antioxidante.)
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